Patti Smith

en conversación con

Rodrigo Rojas

 

Patti Smith no es una leyenda, sino que varias tejidas en una sola mujer.  Fue una niña criada en un hogar rural de Nueva Jersey por una madre Testigo de Jehová. Siguió obedientemente esa enseñanza hasta los doce, cuando su padre agnóstico le dio permiso para escoger su propia religión. Hizo justamente eso, escogió su propia y única religión sin otra iglesia más que ella misma. Si bien no se siente atada a un dogma dice que no ha parado de rezar ni de invocar a Jesús cada vez que lo necesita.

Trabajó en una fábrica en Filadelfia, quedó cesante cuanto el astillero cerró y arrastró a esa fábrica a la quiebra. Decide entonces viajar a Nueva York a buscar trabajo. Lo encuentra en una librería. Robert Maplethorpe trabajaba en la misma cadena de librerías, solo que en otro local. Él entró a su tienda y compró el collar persa que ella deseaba, le hizo jurar que no se lo regalaría a ninguna otra, solo a ella. Así empezó todo entre ellos.

Es la escolar que a los doce va de paseo al museo de arte y queda cruzada por unos Picasso y por Modigliani, sobre todo Modigliani. En el trabajo de este pintor ve la figura flaca y alta y el cuello largo que le costaba tanto aceptar en su propia imagen. Decide entonces ser artista.

Es la lectora precoz que descubre a Rimbaud a los catorce. No hay mejor edad para descubrir al poeta adolescente como cuando también se es adolescente, solo entonces se puede entender eso del poeta mitad fuego mitad vidente. Patti Smith vio la foto de Rimbaud y lo amó, en parte por la potencia  enigmática de sus poemas como también porque tenía la pinta de Bob Dylan.

Lenny Kaye toca su guitarra y al frente recita sus poemas Patti Smith. «Lenny ¿puedes hacer un choque de autos con tu guitarra?», le pregunta, y poco tiempo después pasó de sus poemas a canciones y al album Horses que es un hito para el punk y décadas después salpica hacia el grunge.  Pero esa Patti Smith es la misma niña enferma que en cama por meses solo se calmaba escuchando la ópera. Su madre, una mesera, sacrificó el dinero destinado a alimentar la familia por varios días para comprarle los discos de ópera que, según esperaba su madre, mantendrían fortalecido el espíritu de supervivencia a su hija enferma.

Patti Smith es autora de tres memorias. Just Kids (Eramos unos chicos), M Train (El tren M) y  The Year of the Monkey (El año del mono). No hay reseña que no destaque su prosa fluida y elegante.

En ella también hay una obsesiva cazadora de pequeños objetos cotidianos con su Polaroid. Desde las pantuflas del Papa, un traje de Josep Beuys y una serie de camas y camas y camas porque en todas sus vidas las camas han sido un motivo al que regresa en el canto, la escritura y la fotografía. En ellas soñamos, somos vulnerables, morimos en ellas, amamos y nos reproducimos, las camas.

No es una leyenda, sino un tejido de varias vidas en un solo mito. La chica del sur de Jersey, la niña de campo que también es intelectual pública, sino que lo diga George Bush después de la invasión a Iraq. Es la niña de campo que busca pastorear nuevas audiencias hacia la lectura, y a la vez una mente inquieta que no teme enhebrar el rock con la erudición, pasando de un homenaje a Amy Winehouse, una canción de cumpleaños a Johnny Deep a una canción sobre Bulgakov o sobre Nikolai Gogol, todo en el mismo álbum.

Rodrigo Rojas: Hay tantos temas que tocar. Si vamos a hablar de tu vida quizás podríamos comenzar conversando desde el presente  hacia al pasado. Me gustaría saber si estás trabajando en algún proyecto creativo.

Patti Smith: Hola a todos, estoy muy feliz de estar en Chile. Siempre estoy trabajando en algo, de hecho estoy desarrollando dos o tres cosas. Avanzo en un disco de poesía improvisada con Soundwalk collective, con temáticas como Medea. Es muy interesante la poesía improvisada; estoy escribiendo otro libro de ficción centrado en el medio ambiente y el cambio climático; y estoy escribiendo un libro, que es una suerte de compañero de Just Kids, otro libro sobre la creatividad musical, quizás más largo, es un libro parecido a Just Kids pero diferente, así que en eso estoy ahora.

RR: No es la primera vez que desarrollas proyectos creativos en varios campos en forma paralela, ¿hay alguna expresión artística que encuentres especialmente desafiante?

PS: Yo creo que escribir poesía es la más desafiante de todas las artes y también la escritura de canciones es igual de desafiante, pero la única cosa consistente que he hecho en mi vida desde que era una niña es escribir. Básicamente me pienso como una escritora.

RR: ¿Encuentras particularmente desafiante la poesía? te pregunto porque sé que en la audiencia hay varios poetas.

PS: Bueno, pienso que la vocación poética es una de las más sagradas en las artes, pero también a la que más le cuesta encontrar una audiencia que pueda dar algún tipo de reconocimiento, muchos grandes poetas vivieron en la pobreza, es a su vez la más sacrificada de las artes.

RR: Ha cambiado tu escritura a través de los grandes eventos de tu vida, por ejemplo, la muerte de los seres queridos, convertirte en madre, ¿esos eventos han cambiado tu escritura?

PS: Bueno, no sé si la han cambiado pero sí la han hecho evolucionar, es más acerca del proceso. Cuando dejé la vida pública para casarme y tener niños, trabajaba todos los días, de hecho, debo haber trabajado más, porque apenas tenía un par de horas de libertad en las que no estaba encargándome de mi familia, así que esas 3 horas que trabajaba diligentemente cada día eran, lo que Roberto Bolaño llamaba la práctica diaria, realmente la desarrollé en esos días y en verdad pienso que una de las cosas hermosas del envejecimiento de los procesos es que si te mantienes saludable, evolucionas, te haces mejor, así que puedo decir que mi facilidad como escritora ha madurado.

RR: Acabas de mencionar a tu familia, tus hijos, no puedo evitar recordar varias entrevistas en las que cuentas cómo en una visita a un museo te diste cuenta que querías ser artista, creo que tenías 12 años.

PS: Bueno, nunca pensé sobre las artes performativas excepto cuando tenía siete u ocho años y soñaba con ser cantante de ópera, quería cantar Puccini pero no tenía ningún talento. Era solo un sueño, nunca, aparte de ese momento, pensé en las artes performativas. Cuando era joven leí Mujercitas, ahí la heroína llamada Joe era muy parecida a mi, bastante ahombrada muy libre y era escritora, entonces yo decidí ser escritora. Después cuando tenía como once y vi por primera vez el arte en persona, vi a Picasso y quedé conmovida, quería ser artista pero para mi ser un artista involucraba muchas cosas, ya fueran fotografía, escultura, pintura pero nunca pensé en ser una intérprete. Comencé a presentarme con Lenny Kage, recitar poesía con un poco de música, pero en la interpretación de poesía era tan inagotable y energética que podía ponerme un poco aburrida, así que evolucionó de la lectura e improvisación de poesía a tocar tres acordes, acordes de rock, tener un pequeño piano y orgánicamente pasamos a ser a una banda de rock & roll, pero nunca fue planeado, nunca soñé con eso. Mi otro sueño era ver el mundo y gracias a ser parte de una banda de rock & roll he visto el mundo.

RR: Eso es genial, ahora puedo verte.

PS: Y yo puedo verte.

RR: Puedo imaginarte como una niña queriendo cantar Puccini.

PS: Era muy flaca, alta, flaca y con trenzas, con mi pelo así (trenzando su pelo) iba a cantar Puccini (imitando la voz de ópera) y mi madre me decía mmm… quizás podrías pensar en otro trabajo.

RR: ¿Hubo un tiempo en que estuviste enferma en cama y tu madre te compró unos caros discos de ópera, no es así?

PS: Bueno, mi familia era bastante pobre y yo muy enfermiza, tuve tuberculosis y me curé, después neumonía y luego la fiebre escarlata. Cada vez el doctor decía, ella no lo logrará, pero yo le respondía (levantando el pulgar) pff… no hay problema. Pero después tuve influenza y no mejoraba.

RR: ¿la española?

PS: no era la española sino la gripe asiática que mató a muchos niños, mi madre estaba tan desesperada porque no podía mejorar y sabía que yo amaba a Puccini, así que tomó el dinero de la comida de una semana y compró una caja con los discos y el libreto de Madame Butterfly y me la trajo, la puso en la cama y me dijo que no podría escucharlos hasta que me mejorara. Así que solo me quedé ahí, tendida con los discos, usando todo mi poder interior para mejorar y lo hice, pero creo que mi familia pasó un poco de hambre esa semana.

RR: es una buena mezcla, pareces alguien tan rebelde como inclinada al arte clásico, ambas pulsiones al mismo tiempo y sin contradicciones.

PS: bueno me gusta ser libre, a veces la gente dirá: eres una punk rocker y ya sabes, a ti te gusta la ópera; o tienes una canción popular, yo solo digo oye jódete, porque para mí el punk rock es libertad, no tiene ninguna regla, así como la religión, como todo, me gusta vivir libre, obviamente tenemos ciertas reglas con las que tenemos que vivir, sobrevivir, el orden social, pero cuando se trata del arte, me gusta ser libre, no me gusta que me llamen artista mujer, o artista punk, soy una trabajadora, hago mi trabajo y no me gustan las etiquetas y no voy a disculparme por alguna cosa.

RR: ahí hay una enseñanza para nosotros. Hablábamos sobre tu visita al museo siendo una niña pequeña, de la ópera, pero también podemos leer sobre tu estadía en el Hotel Chelsea en Nueva York, hemos disfrutado de tus aventuras con Robert Mapplethorpe y tus otros amigos como Gregory Corso, Ginsberg o Burroughs, siempre me he preguntado ¿qué aspecto de estas experiencias ha tenido un efecto más profundo en tu educación como artista?

PS: bueno, fui muy afortunada de estar en el Hotel Chelsea en ese tiempo, fui con Robert en 1969 e hicimos varios hermosos amigos, que fueron mis maestros y luego mis amigos.

Cuando lo conocí tenía un apetito, pero de verdad no creía en mi como artista. Robert en cambio creía en sí mismo completamente. Tanto así, que fue capaz de instalar en mi una confianza que no se iría jamás, en cuanto siento mi confianza escapar, escucho a Robert en mi oreja, él nunca me dejó perder perder mi confianza; y de William Burroughs recibí una hermosa enseñanza, siendo bastante joven le pregunté si tenía algún consejo para mi y él me dijo: mantén tu nombre limpio o (imitando su voz ronca y estirando las palabras) maaaanteeeen tu noooombreeee liiiimpioooo, no te avergüences de tus creencias y haz tu trabajo lo mejor posible para la obra. Hay ciertos compromisos que se toman en la vida, algunos son positivos porque promueven una mejor comunicación o la unidad, pero los compromisos con la misma obra, él dijo «no lo hagas», porque podrías arrepentirte, así que he tratado lo mejor que he podido de mantener mi nombre limpio; y de Allen Ginsberg, él me enseñó la importancia de ser un activista tanto como de ser artista, y porque ser activista no es un rol especialmente importante para los artistas, pero todos los seres humanos debiéramos ser activistas, un activista de cualquiera que sea lo que se quiera proteger, el medio ambiente, tus niños, justicia social, es un derecho humano y una responsabilidad humana. Así que tengo que decir que es muy triste para mi que estos tres hombres que he mencionado estén muertos pero en mi siguen vivos, pienso en ellos casi a diario, de hecho Lenny y yo estuvimos esta mañana buscando unas fotos mías con William, están siempre conmigo y las cosas que me enseñaron nunca se han ido, quiero decir que cuando aprendemos cosas hermosas o cosas importantes no las aprendemos a no ser que podamos vivirlas, así es que si recibimos enseñanzas que podrían ser de importancia vital es necesario que podamos vivir de acuerdo a ellas.

RR: genial, estaba pensando en el libro Just Kids, y sabes, una de las críticas más evidentes quizás la más repetida dice: ella solo está citando nombres, pero quizás lo que haces es describir un grupo de gente donde no todos eran realmente famosos.

PS: No… la cultura era diferente en los 60´s y 70´s, toda la gente de la que hablo en mi libro eran mis amigos, Sam Shepard y Allen Ginsberg y Burroughs y Robert, obviamente alguien como Janis Joplin era muy conocida pero todos vivíamos en el Chelsea, todos juntos sabes, como hippies en contra de la guerra de Vietnam, todos a favor de los derechos civiles, y la cultura de las celebridades no estaba alrededor del Rock & Roll, porque la gente de los 60´s, los artistas, parecían marginales, antigobierno, éramos parecidos y bueno, no teníamos celulares, selfies, ni tarjetas de crédito sino rockeros y gente pidiendo autógrafos. Simplemente vivíamos juntos en comunidad, así que la gente tiene que entender la cultura y el contexto de la época que el libro describe. Robert no era conocido, yo trabajaba en una librería, la gente aún estaba aprendiendo y luchando. Todo lo que puedo decir cuando la gente me dice eso, es, ok si está mal citar los nombres de tus propios amigos y de tus seres queridos, bueno, qué puedo decir, eran mis amigos. Nunca hablé de nadie famoso en el libro excepto como amigo.

RR: acabas de mencionar a Sam Shepard, ¿no es él una figura clave en tus últimas memorias, The year of the monkey?

PS: bueno sí, el último libro M Train está dedicado a Sam y él es el escritor que aparece en el libro, pero más bien como un personaje de ficción, sin embargo en The Year of the Monkey describo cómo Sam desarrolla ELA, una enfermedad degenerativa neuromuscular, así que pasé mucho tiempo con él los últimos dos años de su vida, a través de varios estados críticos de su enfermedad. Eso le permitió tomar conciencia de sus propios libros. Sam es una persona real en ese libro y después de terminarlo, tristemente, murió, pero está muy presente, su valentía, su estoicismo y su deseo de seguir trabajando. Es cierto, todos somos trabajadores, todos mis amigos son trabajadores, eso es lo que me gusta hacer, me gusta trabajar y Sam, incluso en el peor momento de su aflicción, estaba trabajando.

RR: ¿podrías leernos un pasaje del libro?

PS: claro, puedo leer, hay varios pasajes que podría leer pero quiero leer mi pasaje favorito, es un pasaje que escribí el día de la investidura presidencial, cuando ese hombre se hizo presidente de Estados Unidos, sí, ni siquiera puedo decir su nombre, pero bueno, esto escribí esa noche, es un un tipo diferente de pasaje que el resto del libro, pero tiene quizás la parte más emocional…

«Soñé con un largo tren de migrantes cruzando la tierra de un extremo a otro, muy lejos de las ruinas de lo que alguna vez fue su hogar. Caminaron a través de desiertos y áridas planicies, estrangulando humedales con algas de gruesos troncos incomibles, más brillantes que el cielo persa, que se enredaban en sus tobillos. Caminaron arrastrando sus estandartes, vestidos con telas de lamentos, buscando la mano extendida de la humanidad, un refugio que nunca les fue ofrecido. Caminaron por donde la riqueza fue encerrada en obras de maestría arquitectónica, inmensos peñascos cubriendo chozas modernas ingeniosamente oscurecidas por la densa vegetación autóctona. Adentro el aire era seco, sin embargo todas las puertas y ventanas estaban herméticamente cerradas como si anticiparan lo que vendría. Y soñé que todas sus dificultades eran vistas globalmente en pantallas, tablets personales y relojes pulsera con retorno, sintonizados al espectáculo montado como un reality. Miran desapasionadamente a los que caminan apesadumbrados por una tierra despiadada, la esperanza desangrándose hacia la desesperación. Pero todos suspiran ante el florecimiento de las artes. Músicos, que desde sus letargos componen hipnóticas obras de sufrimientos sinfónicos. Esculturas levantándose como si se erigieran desde un suelo ya trabajado. Bailarines musculosos representan los tormentos de los exiliados, cruzando veloces las extensiones de grandes escenarios como una forma de superar la futilidad de las nomadías. Todos observaban atentamente, mientras el mundo en su predecible frivolidad seguía girando. Y soñé que el mono saltaba alrededor de bola de espejos de la confusión e irrumpía en una danza. Y en mi sueño llovía torrencialmente como si el corazón lo hubiese quebrado la venganza, aunque sin tomar conciencia del clima, salí caminando hasta Times Square sin impermeable. La gente se reunía ante una colosal pantalla para ver la investidura presidencial y un muchacho, el mismo que alertaba al pueblo que el emperador no llevaba ropa, gritó: Miren ¡ha regresado! ¡lo dejaron salir de la bolsa! Las festividades siguieron con su cuota de nuevas reconstituciones de escena de los juicios a los migrantes. Barcas de madera con un filo de oro yacían botadas como compasivas alambradas que punzaban sus pies. Los espectadores estrujaron sus manos con furia compasiva, sin embargo esto no era nada para aquellos que caminaron la tierra, los asesinos de la circunferencia, trazando palabras en arena levantada por el viento. Retrátanos si debes, pero aún somos las espinas vivientes, los perforados y punzantes. Luego desperté y todo lo hecho ya estaba hecho. La cadena humana en movimiento con las voces repicando en el aire como una nube de voraces insectos. A la verdad uno no la puede aproximar, ni sumar o restar, pues no hay en la tierra como el verdadero pastor, mientras que en el cielo nada se parece al sufrimiento de la vida real».

RR: Somos afortunados de escucharte leer, honestamente.

PS: gracias, quiero contarles que me llevó a escribir esto, es cuando en tiempos de sufrimiento la gente desea que los artistas muestren el sufrimiento y hablen de él a través de sus obras, en su música, en su arte y eso es muy hermoso, pero en estos tiempos donde hay tanto sufrimiento globalmente, el arte no es suficiente. La gente, los estudiantes, la juventud, son los que van a generar el cambio, dios bendiga nuestros artistas, pero en realidad -y siendo yo misma una artista- me doy cuenta quienes harán los cambios son nuestras jóvenes niñas como Greta Thunberg, todos los millones marchando por el cambio climático, así como los estudiantes de este país, como la gente que se levanta, de alguna forma debemos unirnos. Mi sueño es que cada estudiante en el mundo unificado, no solo de un país, sino de todos los países del mundo digan: ya es suficiente, queremos salvar nuestro planeta, queremos salvar el medio ambiente, queremos justicia social, globalmente, para todas las personas.

[el público irrumpe en un sonoro aplauso]

RR: tú lo dijiste, «somos las espinas vivientes, los perforados y punzantes», eso es hermoso, y no puedo creer que sea prosa. Escuchándote pude oír los quiebres de versos, la respiración del ritmo, la aliteración, no puedo creer que no sea poesía.

PS: bueno, tiene elementos poéticos pero sabes, a veces pienso en la carrera del escritor, cuando es joven escribe una poesía exquisita pero cuando se hace viejo la poesía que produce se acerca a un quehacer más cotidiano. Pero mira a Roberto Bolaño, a veces cuando estoy leyendo 2666, que lo he leído como cuatro veces, siguiendo con lo que acabas de comentar, pareciera que estoy leyendo poesía. Pero el poeta es siempre un poeta, no importa lo que esté haciendo.

RR: te presenté no como una leyenda sino como muchas leyendas tejidas en una mujer, pero creo que me equivoqué, debiera haber dicho que eres una poeta que ha encontrado muchos caminos para su poesía, en canciones, actuaciones, en las memorias, fotografías, ¿piensas que es una descripción más precisa presentarte como una poeta, si recapitulas y enfrentas desde la poesía cada proyecto creativo que desarrollas?

PS: la vocación del poeta es tan sagrada que siento que solo dios puede decirte si eres un poeta, así que me gusta decir que soy una trabajadora, eso es lo que hago, mi trabajo.

RR: y no los dejes decir que escribir poesía es nada, es un trabajo duro. Hay un período de tu vida en el que tuviste que enfrentar la muerte de muchos seres queridos en un corto lapso de tiempo ¿la muerte acaso te forzó a escribir memorias?

PS: de hecho fue la vida la que me empujó a hacerlo, porque jamás hubiera escrito Just kids excepto porque Robert me lo pidió el último día de su vida. Robert Mapplethorpe me pidió que la escribiera, yo nunca había escrito una memoria, escribía cuentos de hadas o historias y poesía, pero el día antes de morir me pidió que escribiera nuestra historia porque solo yo lo conocía cuando éramos jóvenes. Éramos pobres, no conocíamos a nadie y nadie nos conocía a nosotros, vi la evolución de su trabajo, fui muy privilegiada de ver su evolución como artista y también con su propia naturaleza, cómo tuvo que luchar con su naturaleza interior y finalmente cómo floreció. Así empecé a escribir memorias, realmente a través de Robert, pero siempre quise escribir más autobiográficamente que ficción, como Jean Genet. Él es mi favorito, es semi autobiográfico, pero también tiene que ver con visiones, sueños y sueños en vigilia y también con personajes ficcionales. The year of the monkey es cercano al Diario del ladrón, que para mi es un modelo de la escritura que quiero lograr. Genet, un poeta que en el Diario del ladrón reúne fantasías sexuales, su juventud, la evolución, poesía, esperanza del futuro, todo en un solo libro y ese es el tipo de libro que me gusta escribir.

En el libro The year of the monkey el pobre lector solo tiene sueños por los que preocuparse, pero hay sueños en vigilia y sueños dormidos, personajes ficcionales y, por supuesto, la dura realidad, pero así es como es la vida. Voy por la vida soñando despierta todo el tiempo y al mismo tiempo atravesando la vida real. Para mi no hay una realidad particular, sino realidades paralelas, incluso sin drogas.

RR: En Banga tu disco del 2012 haces referencia a Bulgakov, Gogol, Piero Della Francesca, ¿cómo lo haces para lidiar con el hecho de ser tan letrada y no sonar pomposa?

PS: así es cómo funciono, cuando piensas en mi segundo álbum del 76, Radio Etiopía estoy hablando de la Etiopía de los últimos años de Arthur Rimbaud y de la obra de Constantin Brancusi, de todo en una sola improvisación, así que es mi mente la que encuentra correspondencias y así también es como vivo. Siempre estoy leyendo, siempre traigo un libro conmigo y quiero compartir con otras personas las cosas que he aprendido. Para mi es parte de la belleza del trabajo, no solo de poder presentar mis propias ideas y mis propios pensamientos, sino también impresiones de todo el canon, el gran canon del arte y la literatura y la música que somos privilegiados de tener.

RR: bueno tienes la virtud de poder tomar esa alta cultura y hacer que parezca accesible a todos.

PS: porque lo es, quiero decir, yo fui una estudiante pobre, estudié luego pedagogía pero abandoné después de un par de años. No tuve la constancia, pero siempre leí desde muy niña. Todos tenemos impulsos creativos y respondemos a diferentes cosas. Yo tenía 11 años cuando me enamoré de Picasso, 15 o 16 cuando me enamoré de los Rolling Stones, es la misma niña. Pienso que cuando los artistas crean, no lo hacen para una elite de personas, es decir, piensa en los tiempos de Beethoven, de la ópera, o de Mozart, la gente estaba loca, llegaban con comida a una ópera de Mozart, trayendo sandwiches y arrojando botellas, como locos en un concierto de rock. Beethoven tenía conciertos que duraban 12 horas, la gente traía almohadas y cobertores y quizás prenderían un fuego y cocinarían, la cultura es para todos.

RR: como lectora has explorado fuera del idioma inglés alcanzando un amplio repertorio de autores más allá de Estados Unidos, eres una entusiasta lectora de Bolaño por ejemplo, pero ahora nos sorprendiste al comentar Space Invaders de Nona Fernández.

PS: ¡es impresionante! estuve firmando The year of the monkey en una librería en Nueva York y después, mirando los anaqueles a mi alrededor buscando algo que leer y vi este pequeño libro, Space Invaders de Nona Fernández, y pensé ¡wow qué título tan cool! no la conocía, no sabía nada de ella.

RR: es muy probable que ella pueda estar aquí en el público que nos escucha

PS: wow ¿ aquí? Oh, por dios, que venga

[el público comienza a buscar a Nona Fernández; en menos de un minuto las seiscientas personas en la audiencia apuntan en su dirección]

RR: es ella, hola Nona

PS: ven, ven sube por favor, quiero saludarte

[sube al escenario y se saludan con un abrazo]

RR: esto no estaba planeado, genial

PS: así que compré este libro, es realmente una joya, en verdad, casi me hace llorar, es hermoso y la traductora Natasha Wimmer, también traductora de Bolaño, es una mujer hermosa, y me enamoré tanto de este libro que volví a la librería y compré como 5 copias y las regalé, le di una a Lenny Kaye y en el avión Lenny la estaba leyendo y estaba totalmente capturado. Gracias por escribirlo y tenemos que tener todos tus libros traducidos para que pueda leerlos. Esto fue muy emocionante.

RR: no es tan común que los anglo-parlantes se tomen el tiempo para buscar libros fuera de su lengua y que compartan con tu mismo entusiasmo su experiencia de lectura.

PS: bueno casi todos los libros que leo son traducciones, de hecho pienso que es parte de mi estilo de escritura, porque no escribo como muchos escritores norteamericanos, realmente escribo como si estuviera traduciendo de otra lengua, no puedo explicarlo, pero es básicamente porque leo en su mayoría libros traducidos.

RR: tu musicalidad, pareciera que la lengua original de la cual traduces es tu propio cuerpo, eso es lo que escuchamos.

PS: gracias, también escribo para la gente, quiero decir, cuando estoy escribiendo poesía, admito que algunos de mis poemas son bastante difíciles de traducir y a veces difíciles de decodificar, pero cuando estoy escribiendo mis libros quiero, especificamente en The year of the monkey es una invitación a las personas a compartir conmigo, sentarse en un café, comer lo que estoy comiendo, porotos negros, tomando café negro y relatando una aventura. Quiero que el lector esté conmigo y esa es otra cosa que Genet hizo en el Diario del ladrón, le habla al lector y esas son a menudo las cosas que me gustan de los libros, quizás tenga que ver con eso, por otra parte, no tengo un gran vocabulario.

RR: realmente desearía que tu afición por la literatura traducida fuese compartida por muchos más lectores de Estados Unidos.

PS: bueno, un par de periódicos ingleses me estaban llamando desde Londres para preguntar por mi libro favorito del año, así que les dije Space Invaders, quiero que la gente aprenda, en mi Instagram pongo todos los libros que leo. Escribí una reseña sobre César Aira para el New York Times, soy una gran fanática suya, quiero que la gente lea estos libros así que hago lo mejor que puedo para compartirlos.

RR: antes hablaste de ser activista y  más de una vez has tomado una postura política, ¿alguna vez has prestado tu voz a alguna causa que haya resultado ser un error?

PS: no lo creo, porque pienso mucho las cosas, me piden hacer obras benéficas para la gente y lo hago de distintas maneras, a veces agresivamente, a veces financieramente, a veces marchando, pero trato de elegir mis causas tan sabiamente como puedo, porque todo lo que se hace es una extensión de tus creencias, asi que no puedo arrepentirme de nada de lo que creo.

RR: has tomado varios riegos.

PS: bueno, es parte de la belleza de la vida, sería aburrido no tener que tomar ningún riesgo.

RR: por supuesto, recuerdo algunos años atrás estabas en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes a Nicanor Parra, diste un pequeño concierto y pudiste conocer al poeta Raúl Zurita.

PS: sí, estuve ahí con Ignacio Echevarría, él me introdujo a la obra de Parra, estuve muy contenta de participar en la ceremonia, canté una pequeña canción, de hecho, Lenny y yo vamos a tocar hoy esa misma pequeña canción que hicimos para Parra esa vez.

RR: Raúl Zurita quería estar aquí pero acaba de someterse a una cirugía a corazón abierto.

PS: se mejorará, él es un corazón fuerte.

RR: hablando de corazón abierto, te dejó un regalo, es un manuscrito de su poema Cordilleras, es para ti.

[recibe el regalo y se lo lleva a la cara, le da un beso]

Sabemos que has estado siguiendo las noticias contingentes de Chile, tal como nosotros hemos seguido el juicio político a ese hombre que prefieres que no mencione.

PS: gracias

RR: ¿Encuentras en estos tiempos inspiración para tu escritura y tu música o es un período en que te paralizas?

PS: No, primero que todo hice el compromiso de que sin importar qué pasara en el mundo tengo el derecho de experimentar la felicidad. Perdí a mi marido, a mi hermano, a Robert, a mi pianista y a mis padres en un período muy corto de tiempo, pero mis hijos seguían ahí,  aún tenía mi trabajo, tenía tanto entusiasmo por las posibilidades, por eso no voy a dejar que lo que esté pasando alrededor dicte quien soy y dicte la razón por lo que me levanto cada día. No lo voy a hacer, a veces es una batalla, cuando veo lo que está haciendo la administración de mi país con nuestro medio ambiente, lo que están haciendo la clase empresarial, lo que están haciendo con las relaciones con otros países. Nuestro presidente apoya a dictadores, apoya a abusadores, hombres como él. Es una cosa terrible levantarse cada día. Pero esa no soy yo y no haré como si no pasa nada o tampoco me botaré como una desvalida si no puedo cambiar lo que están haciendo. Puedo irradiar tanta fuerza como sea posible y ayudar a otros y ahora mismo, todos estamos en un lugar parecido. Estuve recién en Brasil, miren lo que está pasando ahí, el presidente que tienen, miren lo que está pasando con la selva, miren lo que está pasando por culpa de la codicia por el petróleo y el oro, miren lo que está pasando con nuestros indígenas y lo que les está pasando a los amigos palestinos. Alrededor de todo el mundo, como con nuestros hermanos y hermanas turcas, porque tenemos personas en los poderes gubernamentales con falta de empatía, falta de conciencia por el medio ambiente, y nosotros como personas globalizadas tenemos que manifestarnos porque se está volviendo cada vez peor. En toda mi vida nunca vi el mundo en un peor lugar, yo nací justo después de la Segunda Guerra Mundial, una de las peores épocas del mundo, después de que tiraran las bombas de Hiroshima y Nagasaki y nací, esperanzadamente nací en un nuevo mundo donde la gente iba a aprender de sus errores, pero ahora estamos en la peor época. Eso no significa que tengamos que sentirnos desvalidos, porque somos humanos y somos libres y tenemos mentes libres y tenemos que mantenernos saludables y fuertes y estar preparados para levantarnos cuando el sombrero caiga de la cabeza, así que dios bendiga a todos los estudiantes y dios bendiga a todas las personas que han sido heridas.

 RR: me temo que el sombrero ya cayó, así que Patti, ¿crees que puedes tocarnos una canción?

PS: Oh, claro. Quiero tocar una canción dedicada al espíritu de la gente, está dedicada a todos ustedes. No lo olviden, usen su voz.

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Traducción Jimena Cruz